Peña Nieto reprobado! prole pendeja

Admin Reply 19:19
Por alguna razón que aún nadie atina a explicar, la sociedad mexicana parece perder buena parte de sus anticuerpos fundamentales. Nos referimos a las capacidades sociales de asombro, indignación, protesta y reclamo frente a flagelos provocados por la mano del hombre.

¿Por qué razón, por ejemplo, la sociedad se vuelca para ayudar a los damnificados por tragedias naturales —como los huracanes que devastaron Guerrero y otros estados— y esa misma sociedad parece indiferente a las aterradoras cifras oficiales del secuestro en el México de hoy; números que se colocan como los más altos en la historia?

¿Por qué razón los medios son apáticos, los políticos se vuelven sordos y ciegos y por qué los tres órdenes de gobierno —municipal, estatal y federal— prefieren “echar tierrita” a las escandalosos cifras de secuestros en México que colocan a nuestro país como el primer lugar mundial en la comisión de ese delito? Sí, por increíble que parezca, México es hoy por hoy el campeón mundial en secuestros.

Peña no cumple

Y si bien aquí no sabemos por qué razón la sociedad, los medios y los políticos parecen indiferentes ante las dramáticas cifras de secuestro, lo que sí sabemos —por ejemplo— es que a un año de que Enrique Peña Nieto haya asumido el cargo de presidente de todos los mexicanos, el mandatario no sólo no ha cumplido su promesa de reducir el secuestro en por lo menos 50%. No, las cifras de este ilícito se han disparado a alza.

La realidad es que cifras oficiales revelan que, en el primer año de la gestión de Peña Nieto, los secuestros en todo el país se elevaron en 35%, en tanto los asesinatos de víctimas de secuestro se dispararon en poco más de 50% en el mismo periodo. De esa manera, y de acuerdo con cifras del Sistema Nacional de Seguridad Pública, 2013 lleva una tendencia a convertirse en el año con el mayor número de plagios en la historia del país y —lo peor— México será campeón mundial en secuestros.

Y es que entre enero y agosto de 2013 los secuestros registrados por el SNSP fueron mil 130, frente a 837 contabilizados en el mismo periodo de 2012. Como ya se dijo, en el primer año de la gestión de Peña Nieto no se redujo en número de secuestros, sino que éste creció en 35%. De continuar esa tendencia, 2013 podría terminar con casi mil 700 secuestros, la mayor cantidad registrada desde 1997 —hace 16 años—, cuando el Sistema Nacional de Seguridad Pública inició el registro de ese tipo de delitos denunciados en el país.

Además —y de acuerdo con un seguimiento que realiza el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal— se ha detectado un alarmante incremento en la ejecución de plagiados en los últimos cuatro meses. Es decir, que si en 2012 se contabilizaron 144 víctimas de secuestro que además fueron asesinadas, entre enero y agosto de 2013 esa cifra ha sido rebasada en más del 50%, al grado que se calcula que el año terminará con más de 200 personas muertas luego de ser secuestradas.

Las cifras reales

Sin embargo, las cifras del SNSP sólo revelan de manera parcial la realidad del secuestro en México, que desde 2006 reportan “proporciones masivas”. Y es que para tener una cifra de secuestros más aproximada a la realidad, además del recuento que realiza el Sistema Nacional de Seguridad Pública, se deben contabilizar los secuestros denunciados ante la PGR, además de los secuestrados rescatados por las secretarías de Marina y de la Defensa.

Por esa razón, el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal recurrió a una solicitud formal de información —al Ifai—, y se comprobó que los secuestros ocurridos en el país en el primer semestre de 2013 no fueron los 832 registrados por el Sistema Nacional de Seguridad Pública, sino que la cifra real es de mil 802. Esa cifra resulta de sumar a los 832 secuestros reportados por el SNSP, los 512 registrados por la PGR, las 334 personas rescatadas por la secretaría de la Defensa y los 124 rescatados por la Marina.

Según el informe en cuestión, de mantenerse la tendencia a la alza de secuestros registrada en 2013 —lo que supone una suerte de epidemia de secuestros en México—, el primer año de la gestión de Peña Nieto podría terminar con casi 3 mil 600 plagios; cifra superior a los tres mil 259 secuestros registrados en 2012, y que también incluye los datos de las otras fuentes oficiales, además del SNSP.

Sin embargo, y para tener un panorama global sobre la crisis del secuestro y su impacto en la sociedad, se deben conocer y comparar los números que se tienen en materia de secuestros en los últimos siete años, los de mayor incidencia en la historia. Y es que desde 2006 a la fecha las cifras del secuestro en México se han incrementado no de manera aritmética, sino geométrica. ¿Tienen dudas?

En 2006 se registró una de las cifras más bajas, con 615 secuestros. En 2007 se contabilizaron 827 secuestros; en 2008 mil 299 plagios; en 2009, 2 mil 145; en 2010 el número de secuestrados alcanzó los 2 mil 780, mientras que 2011 se reportaron 3 mil 93 secuestros, y en 2012 tres mil 259. Como ya se dijo, 2013 se estima que concluya con poco más de 3 mil 600 secuestros. En pocas palabras, en los últimos siete año, han sido víctimas de secuestro por ahí de 17 mil 650 ciudadanos. Por eso la pregunta. ¿De qué tamaño es la industria del secuestro para que en poco más de un sexenio se llegue a una cifra escandalosa como esa? ¿Por qué la política desplegada por el gobierno de Enrique Peña Nieto contra el secuestro ha resultado insuficiente para combatir uno de los delitos de mayor impacto en los ciudadanos?

Lo cierto es que ni el gobierno de Felipe Calderón, ni el de Enrique Peña Nieto han resultado eficientes en el combate al secuestro. Y a ello se debe sumar la indiferencia social frente a flagelos como ese.

La crisis de los estados

Y es que desde el mítico “¡Si no pueden, renuncian!”, de Alejandro Martí, y a pesar de que han surgido influyentes luchadores sociales contra el secuestro, lo cierto es que vivimos en medio de la indiferencia social frente a ese flagelo; indiferencia que poco dice sobre la crisis de secuestros que se vive en Morelos, Tamaulipas, Guerrero, Michoacán, Tabasco y Veracruz; entre otros estados, en donde sus respectivos gobernadores parecen complacientes ante ese delito. ¿Qué hacen los gobiernos estatales? Poco o nada, frente a un problema que ya es de escándalo.

Y, en efecto, asistimos al primer gobierno de Peña Nieto. Pero también es cierto que el primero es el año más importante para ver la tendencia gubernamental frente a los grandes problemas. Al tiempo.

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