Carta de un sicario Templario desde la prision
“Soy un templario que estoy prisionero en alguna cárcel de México, abandonado, sin licenciado que me defienda y haciendo tálachas en los baños que les tocan a otros con el interés de un cigarro o un refresco que yo no puedo comprar.
Desde este infierno en que estoy por mi culpa, les quiero decir a todos los compañeros de la Hermandad Templaria que abandonen esa organización criminal que nos ha obligado a hacer las peores cosas y crímenes que jamas nos imaginamos que haríamos, ustedes saben de que les hablo, desde violar a los levantados antes de matarlos, decapitarlos vivos, sacarle el corazón a jovencitos vivos y hacérselo tragar a otros, asesinar a amigos nuestros y hasta familiares; todo lo hacemos por un miserable sueldo ya que ustedes saben que todo el dinero que sacamos de cada plaza es todo para los tres jefes.
Somos mas de 300 TEMPLARIOS presos, de los que nos enviaron a pelear a Guanajuato, Edo. de México Jalisco, Aguascalientes, San Luis Potosí y Zacatecas. A todos nos abandonaron a nuestra suerte y solo les dieron a nuestra familia para que nos visitaran una vez y fue para advertirnos de no hablar mas de la cuenta y jamas les volvieron a dar, ustedes saben que todos los que mueren por culpa de ellos, las esposas, madres y hermanas andan pidiendo limosna para sepultarlos como paso con los compañeros que mandaron a Zamora de la colonia zapata de Apatzingán, ahí iba mi cuñado y dejo tres niños huérfanos y mi hermana pago con lavar y plancharles ropa a los que le dieron para sepultarlo.
A mí me abandono mi esposa ahora que estoy preso y se fue a trabajar a Tijuana y a mis dos niños los dejó con mi madre y a su edad anda pidiendo limosna o lavando platos en las casas para darles de comer y yo aquí sin saber si algún día saldré libre para volverlos a ver. Señores SICARIOS de los TEMPLARIOS y ex compañeros míos, les pido que reflexionen y abandonen ese trabajo que avergüenza a nuestras familias y por el bien de sus esposas e hijos eviten caer al INFIERNO que estamos viviendo nosotros, si no lo hacen su destino es la cárcel y el abandono total o el panteón.”
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